miércoles, 28 de julio de 2010

¿Para celebrar los 100 post...

...empezamos por el principio? 

En un momento de lucidez me di cuenta de que toda esta disciplina autoimpuesta de ir dejando por escrito el crecimiento y la formación de mi hija empezó cuando ella ya tenía casi dos años y medio, y pensé que sería una buena idea recuperarlo todo desde el principio. 
Por supuesto no recuerdo en qué fecha dijo "mama" por primera vez, ni cuándo dejó de llamar "ani" a mi mujer para llamarla "mami"... pero sí tenemos mails, vídeos y fotos que recogieron sus progresos, así que de vez en cuando voy a tirar de archivo para intentar recuperar todos esos momentos.

En el caso de hoy el momento es de exactamente tres meses después del primer principio (si consideramos que el parto es el "segundo principio"), es una de las ecografías de los tres meses de embarazo e inevitablemente esta imagen va asociada a uno de los momentos más intensos de mi vida.

El botón de muestra, una de sus primeras fotos.


martes, 27 de julio de 2010

El camino de los peces

La otra noche, paseando con mi hija, nos acercamos a una fuente con surtidor.
Y: No toques el agua, que está un poco sucia.
E: La han ensuciado los peces.
Y: ¿Tú crees que aquí viven peces?
E: Sí. Pero ahora no están. Se han ido a dormir.
Y: ¿Adónde se han ido a dormir?
E: A una roca. Están durmiendo en una roca con las ranas.
Y: Ah...
E: Luego cuando se despierten vendrán.
Y: ¿Y cómo vendrán, en autobús?
E: No, por aquí, por el caminito.
Y: Pero no pueden caminar, necesitan agua.
E: Pero yo voy a venir con una botellita de agua y les voy a hacer el camino y entonces ellos vienen.

Me encanta ver que la imaginación sigue conservando ese poder de cambiar el mundo.
Y de provocarme una enorme sonrisa que en este caso se convirtió incluso en carcajada. ¡Se pone tan seria dando sus explicaciones!



viernes, 23 de julio de 2010

Mi mami me ama

Anoche, mientras hacía pipi y, con un libro en las manos, hacía ver que leía.

E: Mami, mami, enséñame a leer.
Y: Vale. ¿Ésta cuál es? (señalándole una "m").
E: La eme.
Y: ¿Y ésta? (señalándole una "a").
E: La a.
Y: Muy bien, pues eme con a hace ma, de mama. Y eme con a hace me, de...
E: Mama
Y: No, de melón, por ejemplo. Y eme con i hace mi, de...
E: Mami.
Y: No, de Miguel o de...
E: ¡De mami! ma-mi ¿ves?

Va tan rápida que me da vértigo...


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jueves, 15 de julio de 2010

Errores comprensibles

En los últimos días he visto que mi hija se atascaba con la resolución de un par de ejemplos de unos juegos que controla bastante bien.

Uno de ellos consiste en contar cuántos elementos repetidos aparecen en una carta (en la parte de atrás está el resultado, siempre entre el 1 y el 5). Aquí dejo la carta en la que se atascó cuando llevaba contados 9 círculos y me pidió que le repitiera lo que tenía que contar porque los resultados nunca pasan del 5:

                  

Este otro ejemplo igual es algo más macabro, pero no me lo he inventado yo. Se trata de decir si la imagen que aparece en la pantalla pertenece a un objeto o a un animal. Había acertado ya como 12 o 15 imágenes cuando se encontró con esto y, después de dudar, falló (o no) diciendo que era "animal".

miércoles, 14 de julio de 2010

¡Ay que gano yo...!

Hace tiempo descubrimos una faceta de la personalidad de nuestra hija que no nos entusiasmó en absoluto: es altamente competitiva... pero con el tiempo supimos sacarle provecho al asunto. Así, cuando queremos que haga algo basta con decirle que nosotras lo vamos a hacer primero. Por ejemplo:

Y: Venga, cariño, ves a lavarte los dientes.
E: Ahora voy, es que estoy acabando de hacer esto.
Y: Vale, me los voy a lavar yo primera. ¡Yo gano!
E: ¡Nooooooo! Yo primera, yo primera...

Nos parece una trampa demasiado fácil para que caiga siempre, y teníamos la sospecha de que más bien nos seguía el juego... lo que se confirmó hace unos días:

E: Mama, ¿dónde está mi osito?
Y: En el bolso verde. ¿No te acuerdas que lo cogimos esta mañana para ir al parque?
E: ¿Dónde está el bolso verde?
Y: Colgado en el perchero del recibidor.
E: ¿Me lo das?
Y: Espera, que ahora no puedo.
E: Mama...
Y: Ahora voy.
E (corriendo hacia el perchero): Vale, mama, voy yo primera. ¡Yo gano, yo gano!

lunes, 12 de julio de 2010

El menú

El sábado a media mañana.

Yo a mi hija: Cariño, pregúntale a la mami, por favor, qué vamos a comer hoy.
E: Vale.

Se va corriendo. Al poco vuelve.

E: Dice que vamos a comer tortellini.
Y: Huuuum... Vale.

Al rato.

Mi mujer a mí: ¿Hoy vamos a comer tortellini?
Y: No sé. Lo has dicho tú, ¿no?

Sonrisa pícara de mi hija.

Mi mujer: No. Lo has dicho tú. Yo le he dicho risotto.

Ese día a la mensajera no le apetecía comer arroz, prefería pasta.

jueves, 8 de julio de 2010

Clac i rum

Con esta canción, que es de un spot para concienciar a la gente de que debe abrocharse el cinturón en el coche, mi hija se vuelve, literalmente, loca.
La parte más divertida es cuando la voz de chico dice "Al cotxe, primer clac i després rum" y una voz de hombre remata: "Generalitat de Catalunya. Per la seguretat. Som-hi". En ese momento, que ella ya no baila, se pone a reír y pregunta "¿Qué ha dicho el chico? Jajajaja."
Hace poco nos regalaron un CD en una campaña de Trànsit con una sola canción, ésta, y cuando la pones a reproducir entra en un bucle y puede estar sonando infinitamente, hasta que lo paras, y creo que la hemos llegado a bailar hasta 20 veces seguidas... y ya forma parte del ritual lo de pararnos a escuchar la parte del final y preguntar "¡¿Qué ha dicho el chico?!"

Hala, no os olvidéis, en el coche, primer clac i després, rum.

miércoles, 7 de julio de 2010

El monstruo

Mi hija y yo estábamos ayer hablando cuando la gata tuvo la osadía de pasar cerca de ella. La peque, como en un acto reflejo, le cogió el rabo y se lo apretó hasta que el pobre animal maulló y me miró pidiendo ayuda.

Y: ¡No! Deja a la gata, no le hagas daño.
E: Es que soy un monstruo.
Y: ...
E: Soy un monstruo de las galletas saladas*.
Y: ¿Quién te ha dicho eso?
E: Sandra**.
Y: ¿Sandra te ha dicho que eres un monstruo?
E: Sí
Y: ¿Por qué?
E: Porque hago puzzles.

Quiero creer que alguna vez ha oído que Sandra se refería a ella llamándola "monstruo" en un contexto del tipo "es un monstruo haciendo puzzles" o algo así, porque es verdad que le gustan mucho, como ya comenté aquí y aquí.

Lo que no tengo tan claro es por qué entonces ella asocia "ser un monstruo" con portarse mal.



*"Monstruo de las galletas" para ella es como si fuera una palabra, porque sólo conoce a ése y vatodojunto. Que las galletas sean saladas ya es una innovación. Desde que las descubrió son las únicas que pide.

**Su profesora de la guardería.

martes, 6 de julio de 2010

Parecidos razonables #7

¿A quién, a mi mujer o a mi hija, le encantan estas cosas?

-comerse los picos de la barra de pan.
-chuparse los dedos para limpiárselos.
-ser capaces de replicar in extremis, incluso alegando argumentos absurdos.
-comer mayonesa directamente del tarro.
-cenar en el balcón, en una mesa mucho más pequeña, con muchísimo menos espacio que en el comedor.

¡¡¡A las dos!!!
Con lo cual, ya me he despedido definitivamente de volver a comer un pico de pan, de ir con la servilleta detrás de mi hija, de argumentar más de lo necesario, de reñir si veo que la peque mete el tenedor furtivamente en el tarro de la mayonesa y de intentar convencerlas de que en el comedor vamos a estar más cómodas.

Que conste que estas cosas las ha ido "descubriendo" la peque por su cuenta, que no es que haya visto a mi mujer hacerlas y se las haya hecho suyas.


lunes, 5 de julio de 2010

viernes, 2 de julio de 2010

Una boca de chocolate

Hace un par de días mi hija, después de comerse una natilla de chocolate ella solita, como la niña grade que es, vino corriendo hacia mí.

Y: Anda, ¡vaya boca de chocolate!
E: ¿Dónde? ¿Dónde? Quiero verla.
Y (sorprendida): ¿Que quieres ver qué?
E: Una boca de chocolate ¿dónde está?
Y: No cariño, no hay "una boca de chocolate". Es que tú tienes la boca sucia de chocolate. Anda, vamos a que te laves la cara.

La ilusión de ver una boca hecha de chocolate se le fue por el desagüe.

jueves, 1 de julio de 2010

"Vamos a hablar"

Entre los cambios que está experimentando mi hija, además de las tomas de decisiones drásticas, están las nuevas maneras de entretenerse. Una que ha "descubierto" recientemente y que de vez en cuando practica es la de ponerse junto a una silla e invitar a alguien a que se siente con ella con un amable "¿vamos a hablar?".

Hace unos días, sentadas junto a una piscina, me contó una historia totalmente improvisada y llena de incongruencias que creo que mezclaba retazos de conversaciones oídas y parte del sueño de la noche anterior.

La conversación fue algo así:

E: ¿Vamos a hablar?
Y: Claro, ¿de qué quieres que hablemos?
E: ¿Ves esa piscina?
Y: Sí. Lástima que el agua esté tan fría, si no nos podríamos bañar.
E: Sí. ¿Y ves ahí-ahí-ahí? (Señalando tres puntos diferentes entre la piscina y nosotras.)
Y: Sí.
E: Ahí había una piscina.
Y: ¿De verdad? ¿Había otra piscina?
E: Sí, una piscina lila. De ratolins.
Y: ¿Y dónde está?
E: Se la ha llevado un señor, y ahora els ratolins se tienen que bañar en la piscina grande, pero está muy fría.
Y: ¿Qué señor se la ha llevado?
E: Un señor, que entró por la puerta.
Y: ¿Ah, sí? ¿Y cuándo fue eso?
E: Por la noche. Y se llevó la piscina lila.
Y: ¡Vaya! Qué lástima por los ratoncitos, ¿no?
E: No. Ahora se pueden bañar en la piscina grande, cuando no esté fría.

La conversación siguió y me contó por qué el señor se había llevado la piscina, dónde la había puesto, para qué la quería... En fin, que la peque, curiosamente, nos ha salido un poco Imogene Threadgoode, Idgie. No me hubiese sorprendido que me hubiera contado, en vez de que la piscina lila se la había llevado un señor, que habían sido unos patos:

..."¿Sabes la historia del lago que había aquí antes?... Pues un mes de noviembre vino una bandada de patos y se posaron en el lago, la temperatura bajó tan deprisa que el lago se heló, entonces los patos se fueron volando y se llevaron el lago con ellos, dicen que ahora debe de estar en algún lugar de Georgia"... 
Idgie.