viernes, 26 de noviembre de 2010

Mami, yo soy una persona

Esta mañana mi hija me ha dado toda una lección de vida. No vaya a ser que yo todavía crea en cuentos...

Yo: Buenos días, my little princess... venga, levántate que ya está preparado el batido.
Ella: Mmmmm... pero yo no quiero batido.
Y: ¿Cómo que no? Bueno, pues entonces se lo doy a Kiko-Niko*.
E: No, Niko-Niko** no tiene boca. No se lo puede tomar.
Y: Claro que tiene boca. Mira (señalando la costura en forma de sonrisa). ¿Ves? 
    ¿Quieres el batido, Kiko-Niko? ¿Sí!? Me ha dicho que sí.
E: ¡Nooooo! ¡La boca de Niko-Niko no sirve para hablar!
Y: ¿Ehhhh?
E (muy seria, como dictando sentencia): Mami, Niko-Niko no habla, ¿no ves que es un muñeco? Los muñecos no hablan. Yo sí, porque yo soy una persona, pero el Niko-Niko no es una persona, es un muñeco ¿ves?

Menudo chaparrón de realidad. 
Y eso que aún estaba a medio despertar... 

* Kiko-Niko es un gran peluche blanco con forma de oso.
** Así es como lo llama mi hija.


lunes, 22 de noviembre de 2010

Sinceridad ante todo

Este mediodía, entro a la cocina y veo a mi hija al lado del fregadero con cara de haber hecho alguna travesura.

Yo: ¿Qué pasa? ¿Qué has hecho?
Ella: Je, je... Como tú no estabas, que estabas en el lavadero con la ropa, y yo no quería beberme todo el vaso de agua, he tirado en el fregadero el dedito que me quedaba ¡y tú no me has visto! Je, je.
Y: Eres un bichito, ¿eh?
E (con sonrisa pícara): Sí, soy un bichito.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Vecina-vecina

Esta mañana, con mi hija he estado jugando a uno de sus juegos favoritos desde que era pequeña; un juego que en casa llamamos "vecina-vecina". Al principio consistía en simular encuentros entre una vecina gorronilla y otra generosa. Con el tiempo ha acabado derivando a cualquier situación en la que una de nosotras pide que se le prepare algo de comer o de beber y otra, generalmente la peque, prepara el pedido.
La diferencia del vecina-vecina de esta mañana radicaba en el contexto en el que sucedía todo: una flamante cafetería con revisteros y todo que mi mujer le regaló ayer a mi hija.

Yo (simulando ser una nueva clienta): Hola, vecina ¡qué cafetería más bonita!
Ella: Sí, es muy bonita y tiene pasteles y cafés y cruasanes.
Y: Ya lo veo. ¿No tendrás también bocadillos?
E: Huuuum... Sí, a veces tengo bocadillos. Cuando es una fiesta especial de los papas hago bocadillos.
Y: Sí, pero ahora ¿tienes un bocadillo para mí?
E: Sí, ahora tengo uno de chocolate.
Y: Vale, me lo das. Y un zumo de piña, por favor. [Ella se pone a preparar el pedido.] Por cierto, esta cafetería es nueva ¿no? ¿Cuándo la has abierto?
E (desconcertada): Ayer. Si tú lo viste, mama. La mami me dio la caja y tú me ayudaste a quitar el papel.

A partir de ahí su entusiasmo ha ido decayendo hasta que hemos agotado el rato de vecina-vecina.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Uno de los secretos mejor guardados ha sido descubierto

El otro día, paseando con mi hija, vimos en el escaparate de una tienda unos cuantos tions.

Yo: Mira, seguro que esos tions se han perdido y no encuentran la casa a la que tienen que ir.
Ella: No, están esperando a Papa Noel.
Y: ¿Y para qué están esperando a Papa Noel?
E: Pues porque él se los lleva a su casa, les da de comer y después-después les da con el palo y les dice "Caga Tió / atmelles i torrons / si no cagues fort / et donaré un cop de bastó". Y los tions cagan y el Papa Noel guarda los regalos allí en su casa, y después se los lleva a los niños.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Jo no t'espero!

Este mediodía, yo estaba recogiendo la cocina y oigo que mi hija está gritando "Jo no t'espero, jo no t'espero". Voy a ver qué hace y me la encuentro rodeada de tooooodas las páginas del periódico.

Y: Cariño ¿has roto el periódico?
E: No, es que busco fotos de este papá con un vestido y le grito "Jo no t'espero, jo no t'espero".
Y: No se dice papá, se dice Papa y sí, has roto el periódico.
E: Y hay una foto que se están dando besos.
Y: ¿Ah, sí? ¿Quiénes se dan besos, un chico y una chica o dos chicos o dos chicas?
E: Se dan besos... Se dan besos porque han visto al Papa este de la foto con el vestido y le han gritado "Jo no t'espero, jo no t'espero, jo no t'espero" y cuando han acabado de gritarle "Jo no t'espero, jo no t'espero, jo no t'espero" estaban muy contentos y se han dado abrazos y besos porque lo han hecho muy bien.

En fin, que tengo un periódico menos y una activista más. Y me ha encantado que ni siquiera me contestara qué tipo de pareja había visto en la foto besándose porque, para ella, no importa lo más mínimo. Ojalá los adultos también pudiéramos ver el mundo con ojos de niñ@, sin prejuicios absurdos.

Por cierto, la foto que comentaba era ésta: