viernes, 17 de enero de 2014

El juego simbólico... ¡dentro del juego simbólico!

Este mediodía, después de comer, mi hija y yo hemos estado jugando "al restaurante", un juego que tenía bastante olvidado porque últimamente todos sus juegos simbólicos se basan en ser mamás, estar embarazadas, ir al parque a que jueguen las niñas (solo tiene hijas) o sacar a pasear perros. Pues bien, este juego del restaurante, que deriva del vecina-vecina de cuando era más pequeña, consiste en que yo me siento a la mesa y viene ella muy solícita a leerme el menú y a traerme lo que pido. Hoy, después de traerme el primero, ha cogido su silla, la ha puesto de cara a la puerta de cristal que da al balcón y me ha dicho que iba a pintar la pared mientras esperaba que yo terminara mi crema.
Y así ha seguido un buen rato, dibujando en el aire con un lápiz.


Cuando ha llegado la hora de irnos, le he dicho:
Yo: ¿Lo dejamos ya? Se nos va a hacer tarde y aún tenemos que recoger.
Mi hija: Vale, mama.
Y: Pues venga, vamos.
MH: Pero mama, ¡espera a que acabe el dibujo!

Se ve que de los juegos simbólicos hay que ir saliendo por capas. A ver si me informo de cómo va esto.





martes, 14 de enero de 2014

Alma de guionista

Este mediodía mi hija se ha caído del patinete, como viene siendo habitual últimamente, y a partir de ese momento ella ha seguido el camino andando y yo iba con el patinete (aka ese invento del demonio) en la mano.
En cuanto hemos llegado a nuestra calle, mi hija me ha dicho:

Mi hija: Dame el patinete, ya lo llevo yo.
Yo: No, que no quiero que te caigas.
MH: En serio, mama, que lo quiero llevar yo. (Cogiéndolo) Además, ya no me voy a caer. Cuando me caigo una vez ya no me vuelvo a caer. (En voz más baja) Si esto fuera una película ahora vendría cuando me caigo. (Con voz de angustia) Ah, me muero... (Voz normal) Me he puesto dramática. Se podría titular "Me quedo sin sitio" o "Las caídas de..." o "El día de las caídas" como a veces, que hay día de las cosas...

Y ya no ha dejado de monologar hasta que hemos llegado a casa!




Minutos que parecen hooooooras

Hace un par de días, mi mujer y mi hija decidieron ponerse a prueba y ver cuál de las dos aguantaba más tiempo sin hablar.
Apenas unos minutos después se me acercan las dos charlando tranquilamente y mi hija me dice "Hemos ganado las dos". En la mano llevaba esta hoja.



lunes, 6 de enero de 2014

Tarde de cine

Y después de la tarde de teatro, ¿qué mejor que esperar la hora de la cabalgata de Reyes con un poco de cine?





jueves, 2 de enero de 2014

"Hola, me llamo Íñigo Montoya..."

Hace días, sin venir mucho a cuento, le solté a mi hija la mítica frase de La princesa prometida mientras jugábamos a que nos batíamos a duelo con espadas. 
Esta es la frase:


Y hoy, en un momento de creatividad libre -porque, como dice una amiga, la que nace creativa no se aburre nunca-, mi hija ha salido con esto (atención al argumento que se saca de la manga y los cambios de voz):


Y después ya ha perfeccionado la puesta en escena, aunque el argumento viene a ser el mismo.