Una tarde de la semana pasada mi hija y yo dormimos juntas la siesta (sí, hay días en los que me lo puedo permitir).
Hubo un momento en el que ella se medio despertó, se giró hacia mí, se quitó el chupe, me dio un beso y se lo volvió a poner para acomodarse de nuevo y seguir durmiendo un ratito más. Después de eso descansé como hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
ResponderEliminarEso es parecido a una noche en que al taparla le dije:
-"te quiero mucho ¿y tú me quieres un poquito?"
y ella me dijo un simple: "no".
Yo, con cara triste le dije:
-"¿no me quieres un poquito?",
y entonces me respondió:
-"un poquito no, te quiero mucho".
Ahhhh!
Cuánta inocencia y cuánto amor puro!
Mum