miércoles, 4 de agosto de 2010

¡Nos vamos de fiesta!

El otro día, estaba mi hija en la terraza jugando al "vecina-vecina", que es como ella llama al juego de cocinitas, y de pronto se puso a colocar todos los platos, tazas, ollas, cacerolas, vasos y demás enseres del juego sobre la mesa. Cuando ya no quedó ni un centímetro cuadrado libre me dijo:

MH: Mami, mami, voy a hacer una fiesta.
Y: Ah, ¡¿sí?!
MH: Sí, mira (señalando la mesa).
Y: ¡Qué bien! ¿Hay patatillas? ¿Y música?
MH: Sí, "na na na" (haciendo que cantaba). ¿Quieres venir a mi fiesta?
Y: Ohhhhh, ¡¡¡¡¡claro!!!!!! Me hace mucha ilusión.
MH: Vale. Toma, come.
Y: ¿No vas a invitar a la mama a tu fiesta?
MH: No. Ella ya ha comido antes.
Y: Bueno, pues la puedes invitar a tomar una cocacola...
Entonces salió corriendo a buscar a mi mujer y le dijo:
MH: Mama, que estoy haciendo una fiesta en el balcón. ¿Quieres venir y tomar una colacola?
MM: ¡¡¡¡¡¡¡Claro!!!!!!!!!

Así que nos fuimos las tres a la terraza y disfrutamos de la peculiar fiesta de nuestra hija. Ella estaba contenta porque había conseguido que sus dos mamis estuvieran por ella. Y nosotras estábamos orgullosísimas de haber sido invitadas a la primera fiesta que daba nuestra pequeña. ¡Con qué poco se consigue a veces la felicidad!



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