jueves, 25 de marzo de 2010

Romance de oficina

Ayer por la tarde mi hija cogió un post-It, lo pegó en un posavasos y, vigilándome de reojo, sacó muy lentamente la lengüecilla para chuparlo.

Y: ¿Qué haces? No lo vayas a chupar, eh, que está sucio.

Ni ella, ni su mirada ni su lengüecilla se inmutaron.

Y: Cariño, que está sucio. ¿Por qué quieres chupar eso?
E: Para que se enganche.
Y: ¿Tú enganchas cosas así?
E: Los tatus si los mojas se enganchan, ¿no? Pues yo quiero enganchar esto.

Me la quedé mirando pensando en qué responderle y recordé que teníamos guardados unos tatus para emergencias... con eso se le olvidó que quería dejar sellada la unión del posavasos y el post-It.

2 comentarios:

  1. jajaja luego también fue muy divertido el momento de querer quitarse el tatoo, cuando me dijo "¿me lo quitas con el-col?, con agua no se va".
    Mum

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  2. Qué bueno, ¡no me lo puedo creer! El-col... ¡ahora está trabajando con la gramática árabe!

    Dice el DRAE:

    alcohol.

    (Del ár. hisp. kuḥúl, y este del ár. clás. kuḥl).

    jajajaja

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